° Las comunidades de Casa Baja y Aguamansa recibieron un centro comunitario que servirá de refugio y albergue en caso de que se presente otro huracán de gran magnitud.
Luego de casi tres años de trabajo permanente en la isla y después de haber aportado ayuda humanitaria, atención psicosocial, dotación a posadas nativas y apoyo a proyectos productivos para los afectados por el huracán Iota en Providencia y Santa Catalina, las comunidades de Casa Baja y Aguamansa recibieron un centro comunitario construido de manera segura y con los mejores estándares de calidad.
Esta estructura además, será el punto de encuentro para el desarrollo de actividades sociales, educativas y culturales que requiera la comunidad y así convertir este lugar como símbolo del renacimiento de un territorio que pasó momentos amargos después del paso del huracán que destruyó el 98% de la isla.
Este proceso se desarrolló en un trabajo conjunto entre más de 16 organizaciones de la sociedad civil que nos agrupamos bajo la alianza Back Better Together (BBT) y de la mano del sector público, el privado y la comunidad, alcanzamos el restablecimiento de condiciones de vida luego de este desastre.
“Providencia, para nosotros, es muestra del poder que tiene el trabajo articulado entre los diferentes sectores de la sociedad. En especial, con la Administración Municipal de Providencia y los habitantes, construimos los planes que permitirán a la comunidad desarrollarse de manera resiliente, teniendo como base el riesgo, con consciencia ambiental y comunitaria, un precedente que, sin duda, permitirá salvar y proteger más vidas en este territorio”, expresó Nicolás Ordóñez, director ejecutivo de Presentes Corporación, una de las 16 organizaciones de BBT.
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